REGADIO TRADICIONAL Y EL DECRETO DE SEQUIA
Joaquín Parra Ruiz
Electo de la Acequia Vieja de Almoradí y Profesor Titular jubilado de la UMH
(El Juzgado de Aguas de Orihuela se limita a reproducir el artículo en su integridad sin responsabilidad sobre lo dicho y sin que ello suponga compartir el punto de vista de su autor)
El Trasvase Tajo –Segura, -cuya cabecera toma las aguas del Pantano de Entrepeñas y Buendía- utiliza al Pantano de Alarcón, perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Júcar, como vía de paso en su camino hacia la Cuenca del Segura. Es la C.H. del Júcar la que controla la cantidad de metros cúbicos de agua que entran al Pantano de Alarcón, provenientes de Entre Peñas y Buendía, y la que procede a dar salida a la misma cantidad de agua, a través del Transvase, hacia la Cuenca del Segura. Esto ha funcionada así desde el principio y ha funcionado muy bien.
Cuando el agua procedente del Transvase Tajo-Segura llegó a la Cuenca del Segura y se mezcló con las propias aguas de su cuenca, se nos dijo a los regantes del Regadío Tradicional, -aquellos que siempre han regado y riegan exclusivamente con las aguas de la Cuenca del Segura-, que no nos preocupáramos que, al igual que se hacía en el Pantano de Alarcón, se haría por parte de la Confederación Hidrográfica del Segura en la cuenca de éste río, de manera que, la misma cantidad de agua procedente del transvase y vertida a la Cuenca del Segura, saldría de esta cuenca para ser vendida a los usuarios y regantes del Transvase, siendo el resto agua de la propia cuenca destinada al Regadío Tradicional. Ello es de estricta justicia ya que el agua procedente del transvase tiene unos costos, que se han de pagar por quienes la utilizan y el agua de la propia cuenca del Segura no tiene costo alguno
El Regadío Tradicional ha tenido unos años muy malos por la falta de lluvias en la Cuenca del Segura, estando los pantanos, de esta cuenca, prácticamente secos. Con el fin de paliar este problema, por parte de la Confederación, se construyeron unos pozos, titulados de sequía, cuya agua extraída, -con una muy deficiente calidad, similar a la extraída en los pozos existentes en Callosa de Segura-, hizo que, durante el tiempo que se estuvo regando con dichas aguas, las producciones disminuyeran drásticamente, así como el arbolado, en especial los limoneros menos resistentes y más sensibles a la salinidad, y que muchas plantaciones se secaran.
En los últimos años ha llovido bastante y los pantanos de la cuenca del Segura, -(cuyo mantenimiento lo viene pagando el Regadío Tradicional mediante el Canon de Mantenimiento)-, han llegado a tener agua embalsada en casi el 70% de su capacidad. Ello ha sido motivo de gozo y alegría entre el Regadío Tradicional.
Mientras tanto al Regadío del Transvase se le han comenzado a poner las cosas difíciles, porque los pantanos de cabecera, Entre Peñas y Buendía, están bajo mínimos y se plantea el problema de cómo puede ayudar el Regadío Tradicional al Regadío del Transvase. Se estima, por parte del Regadío del Transvase, que si el pantano de la Pedrera no se hubiera construido, -haciendo de colector del agua de la cuenca del Segura sobrante del Regadío Tradicional-, esa agua se hubiera perdido y que ante este constatado hecho, dicha agua se le cediera. A este planteamiento contesto el Regadío Tradicional, que se le cedía el agua, pero con el compromiso, de que si, en algún momento, podían devolver la misma cantidad de agua cedida que lo hicieran.
Y, como es natural y lógico, el dinero obtenido por la venta de dicha agua, -agua sobrante del Regadío Tradicional-, a los Regantes del Transvase, debe quedar depositado en una cuenta especial con la que pagar los gastos del agua del transvase, si en algún momento se puede devolver esa agua a la Cuenca del Segura.
En el recientemente aprobado Decreto de Sequía, no se contempla diferencia alguna entre ambas aguas, -las aguas del Transvase y las aguas de la propia Cuenca del Segura-, cuando en realidad se está tratando de dos aguas totalmente distintas y es la Confederación Hidrográfica del Segura quien tiene la obligación de hacer esa diferenciación, dando al Regadío Tradicional y al Regadío del Transvase lo que en derecho les corresponda. Y se comienza a servir agua del regadío tradicional a los Regantes del Transvase. Y no se entiende, ni tiene explicación alguna que, si la Cuenca del Segura recibe ahora 5 Hms. de agua del Transvase, -medidos con exactitud por la C.H. del Júcar en el Pantano de Alarcón-, ¿cómo es posible que se venda a los Regantes del Transvase, por parte de la C.H. del Segura, 8-9 Hms. de agua cuando sólo ha recibido 5 Hms.? La única explicación es que el exceso de agua vendida a los Regantes del Transvase se ha tomado del agua del Regadío Tradicional. Y el triste resultado de ello es que las reservas de agua en los pantanos del Segura, que estaban a un 70% de su capacidad, hayan bajado drásticamente al 43%. De no haberse vendido a los regantes del Transvase esa agua, -supuestamente sobrante-, del Regadío Tradicional, las reservas existentes en los embalses de la Cuenca del Segura sería muy superior a la actual y, por ello, el problema de riego en la Vega del Segura sería ostensiblemente menor. Y no queremos entrar en temas económicos como consecuencia de esta venta de agua del Segura a los regantes del Transvase.
Pero, con ser ya grave esta situación, ahora se nos presenta un problema mucho mayor. Por parte de la C.H. del Segura se dice que se van a poner en marcha los pozos de sequía, -agua con muy alto grado de salinidad-, y que dicha agua será la que utilizaran los regantes de la Vega del Segura, y que el agua de los pantanos del Segura, -agua dulce-, se les venderá y será utilizada por los Regantes del Transvase. Un perfecto negocio; la C.H. del Segura pisotea nuestros derechos, nos priva de nuestra agua y la vende, a precio de transvase, a los regantes del Transvase.
A lo largo de mis más de treinta años de Profesor Universitario, he tratado siempre de enseñar y transmitir a mis alumnos que lo importante es la Fuerza de la Razón por encima de la Razón de la Fuerza; y esta manera de proceder en el problema del agua de riego en la Vega del Segura, por parte de la Confederación Hidrográfica del Segura, es un claro exponente de la RAZON DE LA FUERZA. Por favor, no intentemos, -pisoteando y obviando derechos-, beneficiar a unos en detrimento de otros , tenemos noticias que en la Vega Baja se han puesto en marcha algún pozo de sequia ,por favor dar orden de que se paren , porque estamos salinizando las tierras las tierras y perdiendo los cultivos . Esto es muy peligroso.