Las extracciones de aguas del río Segura, en su zona alta, no es una cosa nueva; consta en el archivo del Juzgado, además del famoso pleito llevado a cabo éxitosamente por el Juzgado contra unas obras de derivación para dar riego a la zona de Hellín en 1838, una Junta de Síndicos y Electos, de fecha 9 de marzo de 1905, que acuerda interponer demanda ante el Consejo de Estado contra Real Orden del Gobierno autorizando a D. José Luis Gómez Navarro «la extracción del río Segura de diez mil litros de agua por segundo por medio de un canal de desviación en el punto denominado «Río Muerto», término de Archena, para un saldo destinado a fuerza motriz para usos industriales» … «por lo peligroso que resulta para estos regadíos semejante concesión y las demás que se están tramitando a las cuales se ha opuesto siempre este Juzgado Privativo de Aguas…»
Se recoge en el acta, además, certificación de los acuerdos adoptados por el resto de los Juzgados y Sindicatos de la Vega Baja delegando en el Juzgado de Aguas su representación en el pleito a presentar ante el Consejo de Estado.
Para atender el coste del pleito se aprueba la imposición de una derrama a razón de 20 céntimos por tahúlla, pagadera en dos plazos, cada uno de ellos, de 10 céntimos.