Han pasado pocos días desde la última riada del río Segura y de la Rambla de Abanilla. Detrás quedaron vidas humanas rotas, patrimonios destrozados, cientos de empresas cerradas, personas en el desempleo y una comarca desolada.
El barro, hoy polvo, sigue en nuestras calles que, poco a poco, muy lentamente, recuperan una aparente y frágil normalidad; los coches siguen circulando por las calles y las personas queriendo olvidar pronto la tragedia, pasea y comenta, pasea y comenta, pasea y comenta.
Pocos episodios de tanta gravedad ha padecido esta comarca; tendríamos que remontarnos muchos años, demasiados, para, releyendo los anales de la ciudad, atisbar algo así; tal vez la riada de Santa Teresa, allá por 1879 saldándose con más de 1.000 muertos.
Sin embargo, la gente pasea y comenta, y sigue paseando y comentando; mientras, oímos promesas de ayudas, algunas ciertas y otras ya veremos, tal vez como siempre imaginarias; mientras, los más desafortunados tienen que hacer largas colas desde primera hora de la mañana para solicitar una mínima ayuda de 1.500,00 €.
Y la gente pasea y comenta, pasea y comenta; tan sólo, unos cuantos están reclamando responsabilidades, los huertanos, aquellos que tienen su fuente de ingresos en la tierra, aquellos que desde alba hasta el anochecer cuidan sus cultivos, hoy arruinados, como fuente de sustento de sus familias.
Muchas reuniones de políticos, muchas palabras vacías, y la gente pasea y comenta; pasea y comenta.
Y yo me pregunto ¿Qué tiene que pasar para que esta Comarca reaccione y reclame contra la mayor de las injusticias? ¿Cuántos males debemos pasar para que esta Comarca se una y luche por lo que le corresponde? ¿Cuántos muertos deben llevarse nuestro río para que esta Comarca reaccione?
¿Pensamos que van a venir a solucionarnos nuestros problemas si no somos capaces de reclamar, donde corresponda, lo que es nuestro?.
Quiero pensar que seguimos dormidos, pensando esto no ha pasado y es un mal sueño, pero esta comarca tiene que despertar de ese mal sueño y pronto; ahora sÍ, nos uniremos y reclamaremos en Madrid, en Valencia, en Alicante, en Murcia, lo que es nuestro, lo que nos corresponde, lo que nos han arrebatado; dejemos atrás el conformismo. Dejemos de pasear y comentar. Eso es lo cómodo.
Ahora es el momento, DESPERTEMOS YA, SI NO, DESPUÉS SERÁ TARDE, MUY TARDE, EL TREN NO TIENE PARADA, HAY QUE COGERLO EN MARCHA.
FUERZA VEGA BAJA